Causas de la conjuntivitis
La conjuntivitis no tiene una causa única y universal. Puede ser causada por virus, bacterias, alérgenos y varios tipos de irritantes oculares. El nombre conjuntivitis generalmente se usa cuando es causado por un virus, que es el tipo más común de conjuntivitis. Otras causas primarias incluyen:
- Infecciones bacterianas
- Alergias oculares
- Irritación por lentes de contacto
- Cloro de piscina
- Cuerpo extraño en el ojo (suciedad, pestañas, pelo de mascotas, etc.) en el ojo
- Vapores químicos, humo, etc.
Conjuntivitis viral
Los virus causan aproximadamente el 80% de los casos de conjuntivitis. De ese número, alrededor del 90 % son causados por adenovirus, los mismos virus causantes del resfriado común. Debido a esto, la forma viral a veces se denomina "resfriado ocular". Puede ocurrir junto con un resfriado, gripe u otra infección de las vías respiratorias superiores.
Con menos frecuencia, puede ser causada por virus más graves. Estos incluyen el coronavirus responsable de COVID-19, herpes simple, varicela-zoster y Epstein-Barr.
La conjuntivitis viral es muy contagiosa. Cualquiera que lo tenga puede transmitirlo a otros, al igual que el resfriado común. Se transfiere fácilmente a través de la tos y los estornudos, así como al compartir artículos personales. También puede contagiarse o contraerse si se toca los ojos antes de lavarse las manos. Incluso, es posible re-infectarse de estas maneras. La conjuntivitis en adultos suele ser viral.
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Conjuntivitis causada por bacterias
La conjuntivitis bacteriana también es extremadamente contagiosa. A menudo se debe a las bacteria estafilococo y estreptococo. La bacteria que causa la neumonía (Haemophilus influenzae) y las infecciones de los oídos y los senos paranasales (Moraxella catarrhalis) también pueden causar este tipo de infección.
Sin embargo, también puede ser causada por tipos de bacterias más peligrosas. Las infecciones bacterianas de transmisión sexual, como la gonorrea y la clamidia, pueden causar conjuntivitis en adultos y recién nacidos.
La forma bacteriana se propaga de manera muy similar a la forma viral. Esto incluye tos y estornudos, lavado de manos poco frecuente y contacto físico con una persona infectada. Los niños tienen la misma probabilidad de contraer conjuntivitis viral o bacteriana.
En algunos casos, la conjuntivitis bacteriana puede causar daños graves al ojo si no se trata. Programe una cita con un profesional del cuidado ocular si los síntomas empeoran o no desaparecen en unos pocos días.
Conjuntivitis alérgica
Los alérgenos comunes como el polen, el polvo y la caspa de los animales pueden provocar conjuntivitis alérgica. Esto aplica especialmente a las personas que son susceptibles a las alergias oculares. Sus ojos pueden estar rojos y picar durante una temporada (p. ej., polen) o reaparecer durante todo el año (p. ej., polvo y caspa de mascotas).
La parte blanca de nuestros ojos está cubierta por una membrana delgada y transparente llamada conjuntiva. Cuando pequeñas partículas de un alérgeno entran en contacto con la conjuntiva, esta puede inflamarse. Esta inflamación es lo que causa picazón, ojos llorosos y rojos. A diferencia de los tipos virales y bacterianos, la conjuntivitis alérgica no es contagiosa.
Tratar la respuesta del cuerpo al alérgeno puede reducir o eliminar los síntomas relacionados con los ojos. Pero siempre que sea posible, el mejor curso de acción es evitar el alérgeno por completo.
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Otras causas de conjuntivitis
La mayoría de las otras causas de la conjuntivitis caen bajo el amplio paraguas de "irritantes". Sin embargo, la conjuntivitis irritante a menudo se divide en subtipos según los tipos de irritantes que la causan.
Las formas virales, bacterianas y alérgicas también se pueden dividir en subtipos. Por ejemplo, pueden ser agudos (de corta duración) o crónicos (persistentes). La conjuntivitis neonatal es un subtipo basado en la edad: es la conjuntivitis que ocurre en los recién nacidos.
Conjuntivitis causada por irritantes
Cualquier cosa puede irritar los ojos, desde un cuerpo extraño que se introduzca en el ojo hasta exponerse emanaciones fuertes. La definición básica de conjuntivitis es una inflamación o infección de la conjuntiva del ojo. Entonces, más allá de los virus, las bacterias y los alérgenos, casi cualquier cosa que irrite el ojo puede provocar conjuntivitis.
Por ejemplo, una pestaña, fuertes vapores químicos, humo y aerosoles de perfume pueden inflamar los ojos. Las formas irritantes de conjuntivitis no son contagiosas.
Conjuntivitis papilar gigante (CPG)
CPG es una combinación del tipo alérgico y el irritante. Es causada por un cuerpo extraño en el ojo, generalmente por lentes de contacto blandos. También puede desarrollarse debido al uso de una prótesis ocular o a las suturas después de una cirugía ocular.
La CPG se caracteriza por protuberancias (llamadas papilas) que aparecen dentro del párpado superior. Estos bultos son parte de una respuesta inmunitaria anormal a la irritación de los párpados. En CPG, la irritación puede deberse a depósitos de proteínas sobre un cuerpo extraño, fricción del objeto o ambos.
Conjuntivitis química
La conjuntivitis química es otro subtipo de la forma irritante. Es el nombre que a veces se usa para los casos causados específicamente por un irritante químico.
Las emanaciones de químicos, que estos le salpiquen, el cloro en una piscina, el humo o la contaminación son todos irritantes. También se le conoce por este nombre a la conjuntivitis neonatal causada por las gotas que se le aplican a los recién nacidos.
Conjuntivitis tóxica
Esta forma es otro ejemplo de conjuntivitis irritante causada por una sustancia química. Puede desarrollarse como una reacción de toxicidad o como una respuesta inmune a ciertos tipos de gotas para los ojos.
Por lo general, se debe a los conservantes de las gotas para los ojos, pero también puede ser una reacción al ingrediente activo de las gotas. La conjuntivitis tóxica generalmente se desarrolla gradualmente, durante muchas semanas de uso de las gotas para los ojos.
Oftalmía neonatal
También llamada conjuntivitis neonatal es el nombre que se usa para la conjuntivitis en los recién nacidos. A menudo es causada por las infecciones bacterianas de transmisión sexual, como clamidia y gonorrea. Los recién nacidos pueden contraer estas infecciones al pasar por el canal de parto.
En raras ocasiones, la oftalmía neonatal también puede ser causada por las gotas para los ojos que se les dan a los recién nacidos para prevenir estas infecciones bacterianas.
Conjuntivitis recurrente
Hay varias razones diferentes por las que la conjuntivitis puede reaparecer (seguir apareciendo). Algunos están relacionados con la causa de la infección o inflamación. Sin embargo, la mayoría de los casos recurrentes se deben a una nueva exposición o a no seguir las instrucciones del tratamiento.
La conjuntivitis bacteriana, como cualquier infección bacteriana, puede reaparecer si el tratamiento con antibióticos se interrumpe demasiado pronto. Las formas bacterianas y virales pueden seguir reapareciendo si no toma las medidas para evitar que vuelva a infectarse. Debe lavarse las manos con frecuencia, cambiar las fundas de las almohadas todas las noches y evite reutilizar las toallas. También debe desechar cualquier cosmético contaminado y los lentes de contacto después de cada uso.
También puede volver a infectarse si otras personas en su hogar, oficina o salón de clases tienen conjuntivitis. Mientras los síntomas estén presentes, todos deben tener mucho cuidado con la propagación y el contagio de la infección.
La conjuntivitis alérgica no es contagiosa, pero normalmente reaparecerá cada vez que esté expuesto a los alérgenos que la provocan.
La conjuntivitis crónica significa que los síntomas han durado por cuatro semanas o más. No es lo mismo que la conjuntivitis recurrente, pero en algunos casos, los síntomas pueden aparecer y desaparecer.
Las formas crónicas generalmente están relacionadas con otras afecciones oculares que causan la inflamación primaria. Por ejemplo, la blefaritis, la disfunción de las glándulas de Meibomio y la dacriocistitis pueden provocar conjuntivitis crónica.
La conjuntivitis bacteriana también puede volverse crónica en algunos casos. Las formas virales generalmente no se vuelven crónicas. Sin embargo, el virus del molusco contagioso, si se propaga a los ojos, puede provocar conjuntivitis crónica.
Factores de riesgo y complicaciones
Los principales factores de riesgo para desarrollar conjuntivitis están relacionados con el entorno y los hábitos de higiene. No hay límite de edad: la conjuntivitis es común en todos los grupos de edad.
Las aulas, las oficinas y espacios compartidos similares son caldos de cultivo perfectos para los brotes de conjuntivitis contagiosa. Esto es particularmente cierto si las personas no se lavan las manos con frecuencia. El medio ambiente también es un factor asociado a los tipos no contagiosos. Estar expuesto a irritantes oculares y alérgenos aumentará el riesgo de desarrollar conjuntivitis.
El uso de lentes de contacto también puede ser un factor de riesgo. La limpieza y el almacenamiento inadecuado de los lentes puede provocar inflamación e infección ocular. Y usar lentes de contacto durante demasiado tiempo puede provocar inflamación, GPC y otras afecciones oculares más graves. Nunca debe usar lentes de contacto más allá de su ciclo de vida recomendado. Y nunca duerma con ellos, a menos que su profesional del cuidado ocular lo prescriba específicamente.
Los tipos más comunes de conjuntivitis generalmente no causan complicaciones dañinas. Aún así, las complicaciones son posibles, especialmente en recién nacidos y en casos graves o crónicos. Si no se tratan, estos casos pueden causar daños en la córnea que amenazan la visión y otros problemas.
Cuándo ver a un profesional del cuidado ocular
Debe consultar a un profesional del cuidado ocular si sus síntomas no han comenzado a mejorar después de unos días o si continúan empeorando. Los síntomas prolongados o que empeoran pueden significar que tenga una forma más grave de conjuntivitis, o podrían deberse a una afección ocular totalmente diferente.
También es importante consultar a un profesional del cuidado ocular si sus síntomas no responden al tratamiento con antibióticos dentro de tres a cinco días. Esto podría indicar un diagnóstico erróneo o una afección ocular subyacente.
Si bien las afecciones o complicaciones graves son raras, pueden ocurrir. Un profesional del cuidado de los ojos podrá diagnosticar su condición y descartar cualquier otro tipo de infección ocular. También, le recetarán cualquier tratamiento necesario y le darán los mejores consejos sobre cómo aliviar sus síntomas en casa.
Cada vez que experimente enrojecimiento o dolor extremo en los ojos, o si su visión se ve afectada, debe programar una cita con un profesional del cuidado ocular lo antes posible.