Guía informativa sobre el deterioro de la mácula
La degeneración macular asociada a la edad —también llamada degeneración macular, DMAE o DMA— constituye el deterioro de la mácula, que es la pequeña área central de la retina del ojo que determina la precisión de la visión central.
La salud de la mácula determina nuestra capacidad para leer, reconocer caras, manejar, mirar televisión, usar una computadora y llevar a cabo cualquier otra tarea visual que requiera que podamos mirar con gran detalle.
Formas húmedas y secas de DMAE
El diagnóstico de degeneración macular se realiza como seca (no neovascular) o húmeda (neovascular). El término neovascular se refiere a si ha habido crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en una región, como por ejemplo la mácula, donde no deberían hallarse normalmente.
La forma seca se presenta con mayor frecuencia que la húmeda, con aproximadamente 85 % a 90 % de los casos de DMAE de diagnóstico de DMAE seca. La forma húmeda suele traer pérdidas de visión más importantes.
Degeneración macular seca (no vascular)
Es un estadio temprano de la enfermedad y puede ser resultado del envejecimiento y afinamiento de los tejidos de la mácula, de depósitos de pigmento en la mácula o una combinación de ambos.
La degeneración macular seca se diagnostica cuando se detectan manchas amarillentas, conocidas como drusas, que comienzan a acumularse en la mácula y a su alrededor. Se cree que estas manchas son depósitos o residuos de tejidos en deterioro.
La visión central se suele perder de forma gradual en la degeneración macular seca, pero generalmente la pérdida no llega a ser tan grave como en la sintomatología de la DMAE húmeda. Sin embargo, la DMAE seca puede avanzar lentamente durante varios años a un estado tardío de atrofia geográfica (AG): una degeneración gradual de las células de la retina que también provoca una pérdida grave de la visión.
No hay tratamientos disponibles que hayan sido aprobados, aunque existen algunos ensayos clínicos en proceso.
Dos ensayos clínicos importantes, de cinco años de duración — El estudio de la enfermedad del ojo asociada a la edad (AREDS; 2001) y su estudio de seguimiento llamado AREDS2 (2013)— han demostrado que algunos suplementos nutricionales que contienen vitaminas, antioxidantes y multivitaminas con luteína y zeaxantina pueden reducir el riesgo de padecer DMAE seca y su pasaje al desarrollo de DMAE húmeda, que pone en peligro la visión.
Sin embargo, ni el estudio AREDS ni el AREDS2 han podido demostrar algún beneficio profiláctico de los suplementos nutricionales contra el desarrollo de DMAE seca en ojos sanos.
Por el momento, parece ser que la mejor forma de proteger sus ojos contra el desarrollo temprano de degeneración macular seca es por medio de una dieta saludable, ejercicio y el uso de gafas de sol que protejan sus ojos contra los rayos UV dañinos y la radiación visible de alta energía (HEV).
Degeneración macular húmeda (neovascular)
En aproximadamente 10 % de los casos, la DMAE seca evoluciona en una forma más avanzada y dañina de esta enfermedad del ojo. En la degeneración macular húmeda hay formación de nuevos vasos sanguíneos debajo de la retina, además de pérdidas de sangre y fluidos. Estas pérdidas causan daño permanente en las células sensibles a la luz de la retina, que mueren y generan puntos ciegos en la visión central.
La neo vascularización coroidea (CNV), el proceso subyacente que provoca la DMAE húmeda y el crecimiento anormal de vasos sanguíneos, es la forma errónea del cuerpo de crear una nueva vía de llegada para más nutrientes y oxígeno a la retina del ojo. Este proceso lleva a la generación de cicatrices, y en ocasiones a una pérdida severa de visión central.
La degeneración macular húmeda se divide en dos categorías:
Oculta. El crecimiento de nuevos vasos sanguíneos debajo de la retina y las pérdidas de líquido son menos evidentes en la forma oculta de la CNV de la degeneración macular húmeda, que suele provocar pérdidas de visión de menor gravedad.
Clásica. Cuando el crecimiento de vasos sanguíneos y la cicatrización se observan por debajo de la retina con unos bordes muy pronunciados, este tipo de DMAE húmeda se conoce como CNV clásica, y generalmente produce una pérdida de visión de mayor gravedad.
Síntomas y signos de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE)
La degeneración macular asociada a la edad suele comenzar con una lenta pérdida de visión indolora. Sin embargo, en algunos casos se da de forma repentina. Los signos tempranos de la pérdida de visión por DMAE incluyen áreas sombreadas en la visión central, o una visión borrosa y distorsionada.
Una de las formas de diagnóstico de estos problemas en la visión es mediante un cuadro a rayas negras, ordenadas en un patrón determinado (la cuadrícula de Amsler).
Los profesionales de la visión suelen detectar signos tempranos de la degeneración macular antes de la aparición incluso de síntomas. Usualmente esto se realiza por medio de un examen de retina. Cuando se sospecha degeneración macular, se debería realizar una breve prueba con la cuadrícula de Amsler, que evalúa la visión central.
Si su especialista detecta algún defecto en su visión central, tales como distorsión o visión borrosa, este puede asignarle una angiografía con fluoresceína para examinar los vasos sanguíneos de la retina que se encuentran rodeando la mácula.
¿Qué provoca la degeneración macular?
A pesar de que la degeneración macular está directamente asociada al envejecimiento, algunas investigaciones sugieren además la existencia de un componente genético en la aparición de la enfermedad.
La Universidad Duke y otros investigadores han notado una fuerte asociación entre el desarrollo de DMAE y la presencia de una variante genética específica conocida como factor H del complemento (CFH). Esta deficiencia genética está asociada a la mitad o tal vez a todos los casos de ceguera por degeneración macular.
El Centro Médico de la Universidad de Columbia y otros investigadores han hallado otras variantes de otro gen, factor B del complemento, que pueden estar involucradas en el desarrollo de DMAE.
Se han hallado variantes específicas de uno o ambos de estos genes, que tienen un rol importante en la respuesta inmune del cuerpo, en 74 % de los pacientes con DMAE que se han estudiado. Otros factores complementarios pueden también estar relacionados con un aumento en el riesgo de degeneración macular.
Otra investigación ha demostrado que las células desprovistas de oxígeno en la retina producen un tipo de proteína llamada factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF, por sus siglas en inglés) que dispara el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en la retina.
La función normal del VEGF es crear nuevos vasos sanguíneos durante el desarrollo del embrión, luego de una lesión o para eludir vasos sanguíneos bloqueados. Pero demasiado VEGF en el ojo causa el desarrollo de vasos sanguíneos indeseados en la retina que con facilidad se rompen y sangran, dañando la mácula y la retina circundante.
Cómo tratar la degeneración macular
Aún no se ha hallado una cura para la degeneración macular asociada a la edad, pero sí algunos tratamientos que pueden retrasar su progresión e incluso mejorar la visión.
El tratamiento para la degeneración macular depende de la etapa en la que se encuentre la enfermedad, y si es húmeda o seca; la forma húmeda puede provocar pérdidas de visión de mayor gravedad.
Para la forma húmeda de DMAE, el tratamiento incluye fármacos para la detención del crecimiento anormal de vasos sanguíneos.
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Nutrición y degeneración macular
Numerosas organizaciones e investigadores independientes están llevando a cabo estudios para determinar si existen modificaciones en la dieta que podrían reducir el riesgo de que una persona desarrolle degeneración macular con pérdida de visión asociada. De hecho, algunos de estos estudios han revelado asociaciones positivas entre una nutrición adecuada y la reducción del riesgo de desarrollar DMAE.
Por ejemplo, algunos estudios han sugerido la posibilidad de que una dieta que incluya salmón en abundancia y otra pesca de agua fría, que pueda contener grandes cantidades de ácidos grasos omega-3, podría prevenir DMAE o reducir el riesgo de su avance.
Otros estudios han demostrado que suplementos que contengan luteína y zeaxantina elevan la densidad del pigmento en la mácula, que se asocia a la protección de los ojos ante DMAE.
Pruebas y dispositivo de baja visión para tratamiento de degeneración macular asociada a edad
A pesar de que ha habido progresos en los últimos tiempos en cuanto a la investigación para el tratamiento de degeneración macular, no es probable que se logre una recuperación completa de la visión perdida por la DMAE.
Su profesional de la visión puede sugerirle que revise su visión de forma regular con la cuadrícula de Amsler, descrita antes en este artículo.
El observar la cuadrícula de Amsler de forma independiente con cada ojo ayuda a mantener un control de su pérdida de visión. Esta es una prueba muy sensible y puede revelar fácilmente problemas en su visión central antes de que su especialista pueda apreciar daños en su mácula asociados a DMAE durante un examen ocular de rutina.
Para quienes tengan pérdida de visión por degeneración macular, existen dispositivos para baja visión disponibles para facilitar la movilidad y otras tareas específicas de la visión.
Página publicada en martes, 12 de marzo de 2019